Sobre merecimientos

No fue Mayabeque, tampoco Villa Clara. Breve historia de la sede del Juego de las Estrellas, una vez más en Matanzas

  • EN CUANTO se conoció la noticia comenzó el debate. Muchas opiniones encontradas. Matanzas fue elegida, de entre cuatro provincias aspirantes, para acoger el siempre esperado Juego de las Estrellas (19 y 20 de marzo), que marcaría la mitad del calendario regular de la Serie Nacional 61. Su sostenibilidad durante los últimos años, y no solo en categoría de mayores, fue, junto a las sobradas condiciones en cuanto a infraestructura, los dos elementos que la hicieron merecedora del lauro, desbancando a Mayabeque, Villa Clara y Sancti Spíritus, En el caso de las dos primeras acabadas de mencionar, quisiera detenerme y reflexionar, pues de los requisitos presentados con antelación por la Comisión Nacional, cumplen con la mayoría de los que a mi juicio, son los más importantes: Estar entre los primeros equipos en la tabla de posiciones. Mayabeque y Villa Clara eran primera y segunda, respectivamente, al momento de efectuar la selección. Tener un salto cualitativo y cuantitativo en el resultado deportivo de la pasada temporada a esta o mantenerse entre los primeros lugares. Ambos vienen de no estar entre los ocho mejores en la pasada campaña. No haber sido sede del Juego de las Estrellas en los tres últimos años. En Santa Clara se jugó una vez (2004) y en Mayabeque otra (1998), cuando aún se llamaba La Habana y la capital Ciudad de La Habana. Matanzas lo ha organizado en tres oportunidades contando la vigente, y la más cercana fue en 2016. Solicitud y disponibilidad de los directivos de la provincia para realizar el evento con la calidad requerida. Podemos deducir que existen, al haber hecho la solicitud en el tiempo requerido. Disciplina en el torneo, tanto de los integrantes del equipo como de la afición que asiste a los estadios. Es cierto que en el caso puntual de Mayabeque, no ha sido impecable, pero tampoco los matanceros pueden resaltarse, pues acumulaban varias expulsiones hasta el momento de escribir estas líneas. Vale reflexionar entonces al respecto, pues resulta bastante contradictorio que dos de las cuatro provincias aspirantes, hayan tenido varios problemas de indisciplina. Condiciones técnicas del terreno de juego. Según mi parecer, todos los pretendientes, en este caso, las tienen.
  • ENTONCES, ¿dónde se traba el paraguas? Pues, en el siguiente acápite: Infraestructura hotelera para el hospedaje de los participantes. Considero que, de todos modos, se debió acoger en la casa de los Huracanes la fiesta que reúne a los mejores peloteros de cada equipo y albergar a los participantes en La Habana, como ocurre durante todo el torneo con los elencos que visitan Mayabeque y también la vecina Artemisa, por lo que hablamos de cuatro equipos a la vez, durante algunas subseries, una cifra similar a la que tendríamos en el evento que nos ocupa. De lo contrario, estamos también imposibilitando a esas dos provincias de cara a similares citas, pues de momento no parece que podrán contar con las condiciones requeridas. De cualquier manera, Villa Clara sí cumple en lo referente a la infraestructura, así que allí estaba la otra posibilidad. En cuanto a Matanzas, es cierto que también posee méritos, pero no cabe dudas de que lo hecho por las tropas de Michael González y Pedro Jova, sobrepasaba los indicadores con creces. Esperemos que para próximas temporadas se tenga mayor certeza y mano fina a la hora de obsequiar estas actividades a una localidad. Recordemos que no se trata de un partido más, el Juego de las Estrellas constituye una fiesta de pueblo y motiva también a los equipos, pues lo interpretan como un reconocimiento.

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