Osmara López: «Ese personaje tenía que ser para mí»

Conversación con esta joven actriz graduada del Instituto Superior de Arte, que en la telenovela El derecho de soñar ha regalado una de las actuaciones más convincentes de esta entrega. Sobre quién es Osmara López, y hacia dónde proyecta su carrera versan estas líneas.

Eres muy joven Osmara y ya cuentas con una valiosa experiencia teatral ¿Cuánto te ha marcado este medio?

«Sí, el teatro es mi casa, me lo ha dado todo; desde muy pequeña, exactamente de los nueve años, estoy haciendo teatro. Me ha dado la disciplina, la constancia, el entender la actuación como carrera y al mismo tiempo me ha permitido asumirme como actriz; conocerme como persona y sobre todo me ha otorgado las herramientas necesarias para construir personajes de cualquier género, aunque los tiempos sean completamente diferentes a los de la televisión.

«Gracias al teatro he podido conocer a grandes actores de este país. Tengo la fortuna de formar parte de la Comunidad Nave Oficio de Isla, que dirige el maestro Osvaldo Doimeadiós, y él en sí mismo es una escuela en la que aprendes todo y todo el tiempo; y no solo aprendes de él, también del resto de los actores de la Nave. Por tanto, siento que el teatro es la base, es mi alma, mi corazón… es todo para mí.

«Si no me hubiera llegado la posibilidad de hacer teatro desde tan pequeña, realmente no sé qué hubiese sido de mi vida».

¿Cuándo y por qué llegas a la televisión?

«Ya le había “cogido el gustico” a la televisión al poder intervenir en dos Tras la huella. Realmente la experiencia fue muy corta porque se trataba de personajes que actuaban en solo dos o tres escenas, por tanto, no pude sacarle bien el sabor a este medio. Cuando me llega la telenovela, aproximadamente en septiembre u octubre del año pasado, me puse extremadamente contenta. Recibí una llamada de Yailín Coppola, directora de casting y de actores en la novela y que también fue profesora mía en la Escuela Nacional de Arte.

«El proceso de casting fue muy extenso y complejo para las actrices hasta el final; pero luego de muchos días de espera, llegó a mi vida este personaje maravilloso que se llama Jessica».

Jessica te ha permitido mostrar tu amplia capacidad histriónica. Cuéntame de la relación con este personaje y sobre el proceso de concebirlo.

«Cuando Luberta me dijo que me habían dado el personaje de Jessica y yo había hecho casting para interpretar a Daniela fue primero como un balde de agua fría, pues al no conocer la historia de Jessica, me decepcioné un poquito. Pero al darme Luberta todos los detalles de lo que tendría que vivir este personaje maravilloso, me enamoré totalmente de ella. Ese personaje tenía que ser para mí. Yo creo que ella me buscó y yo corrí a sus brazos sin pensarlo dos veces. No podría explicarlo de otra manera.

«Para concebir a este personaje, primeramente, tuve que buscar el perfil sicológico de una persona que se comporta de esa manera. Es una estafadora, por demás, muy joven; por tanto, tuve que estudiar mucho los comportamientos. Lo otro fue establecer una relación súper cercana con el excelentísimo actor Roberto Romero (mi hermano en la trama), todo lo que nos había pasado anteriormente porque ya mi personaje comienza “arriba”, o sea con una serie de conflictos e historias comunes vividas que el televidente desconoce, y aunque no se explicitan de inmediato, sí condicionan una serie de procederes y acciones presentes. Así que ambos teníamos que conocer esos detalles para crear todo ese mundo anterior que tenían ellos dos en particular.

«Fue preciso detallar bien porque en la televisión no se graba por orden cronológico; de modo que tuve en cada escena precisar en qué punto terminaba el personaje, qué había sucedido anteriormente con ella, pues es un personaje que transita por varias etapas: una en la que no le interesa robarle a Manuel; otra en la que empieza a tomarle cariño hasta que definidamente establece una relación muy linda con él. No obstante, en un tercer momento, le vuelve a robar por imposición de su hermano, hasta su última etapa, así que tuve que diferenciar muy bien esas variaciones porque estaban llenas de matices y era necesario que se pudiera entender que ella sí lo llegó a querer.

«Recuerdo un momento muy especial del personaje y es cuando se está arrepintiendo ante Manuel, y allí tuve que hacer otro trabajo de interiorización muy fuerte, de manera que entre tanta búsqueda me auxilié de una libreta para escribir en ella cada evolución en cada una de las escenas que grababa. Fue una técnica que descubrí pensando y estudiando todo lo que iba sucediendo en cada una de mis escenas. Si grababa muy distante de lo que había pasado, yo sabía lo que había ocurrido, y por tanto conocía en qué punto emocional estaba.

«En ese sentido tengo que agradecer también el tremendo apoyo de Luberta en el trabajo de mesa. En los ensayos definimos muy bien cómo se movía física y emocionalmente Jessica, su familia, vida anterior en su provincia, qué había sucedido con su madre, por qué había decidido abandonar su casa con su hermano. Realmente fue un trabajo muy completo».

¿Qué sabor te deja este personaje? ¿Se han cumplido tus expectativas con Jessica?

«Yo me quedé con muchas ganas de más, cuando una hace teatro y termina una temporada se queda con ese deseo de “podría haber hecho tal o más cual cosa”, podría haberle añadido esto al personaje, esta intención en este momento podría haberle añadido ese gesto, en fin… en la televisión, para mí, sucede exactamente lo mismo. Me quedé con muchos deseos de Jessica, con el sabor de que pude haberlo hecho mucho mejor, haberle puesto más cosas y ahora que lo veo en pantalla me sigue sucediendo lo mismo. Siento que me faltaron detalles que, con la experiencia, se ganan; no obstante, creo que va bien. Y sí se cumplieron mis expectativas, solo que desde la distancia le sigo aportando cosas; pero sí, indudablemente la sigo queriendo mucho y como la primera vez. Eso te lo aseguro».

Y tal y como comenzamos nos despedimos, de vuelta a la semilla que para Osmara López es el teatro, pues dentro de otros proyectos destaca con la Comunidad Oficio de Isla, el espectáculo Navidad, con cuatro actrices que probablemente se estrene en noviembre o diciembre. Y junto a ese trabajo hay una preparación que no culmina para esta actriz que, si bien vive y siente por el teatro, la pequeña pantalla la ha acogido con todo el respeto que, aun con sus cortos años, bien merece.

Gracias Osmara por haber hecho crecer a Jessica, por permitirnos odiarla, y mucho, y luego entenderla aun cuando no se llegue a sentir del todo cariño por ella.

Y gracias por hoy comentarnos un poco más de ella y de ti, y que vengan otras Jessica, María, o Josefa. El público, desde ya, también te las confía.

Por: Ivón Peñalver

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