Susely Morfa González, primera secretaria del Comité provincial del Partido en Matanzas, estuvo emocionada durante la ceremonia de condecoración a los participantes en el incendio del supertanqueros este miércoles, Mario Sabines Lorenzo, el Gobernador dedicó su primer pensamiento a los que no sobrevivieron al siniestro, ambos miran hacia adelante.
Matanzas se recupera, dijo la joven dirigente partidista a la Agencia Cubana de Noticias, “allí se está trabajando fuerte, con una programación ordenada, por frentes de labor, hay varias brigadas de saneamiento en el área, una nueva construcción de varios proyectos, y seguramente dentro de poco con la voluntad, y también con la solidaridad de otros países vamos a tener el sitio recuperado”.
Susely carga todavía con una lesión sufrida durante la noche más dura del incendio que inició el 5 de agosto y duró casi una semana; pero no dejó nunca de estar en el puesto de mando pendiente de cada detalle, en el área más compleja donde el vapor cortaba la respiración, al frente del Consejo de Defensa del territorio se convirtió en heroína.
Mario piensa en la catástrofe a la que todos se enfrentaron por primera vez, y confiesa ahora “con la cabeza más tranquila, después del paso de los días, que volver a ver a estos compañeros que estuvieron con nosotros en el terreno, muchos de ellos lesionados aún por la explosión fatal, otros ya sanos, es emotivo y acicate para lo mucho que queda por hacer”.
El Gobernador refiere que “quedan familias que perdieron sus viviendas, que no le hemos podido dar un lugar donde establecerse y seguramente será mejor, como propietarios que no lo eran y fuera de todo peligro” es en lo que confía.
Asegura que entre todos podrán recuperar el área donde se perdió mucha capacidad de almacenamiento e infraestructura y vuelve a pensar en los que no se salvaron, en los que dejaron lo más preciado para amparar a otros muchos…
Mario vivió el miércoles último momentos de emoción y de alegría, porque encontrarse con los que “echaron batalla con nosotros” reconocidos por sus hazañas, reconforta.
Del incendio en la zona industrial de la urbe de ríos y puentes queda aún mucho por contar, el accidente tecnológico no tiene antecedentes en el país, tampoco lo tiene la pronta respuesta solidaria que llegó de pueblos y gobiernos amigos, de los matanceros que ofrecieron sus casas, sus autos, su comida, de los miles de cubanos que enviaron lo que tenían y lo que no, para ayudar.
Cuando se cuente la historia completa, en páginas destacadas estarán Susely y Mario, con ojeras por el desvelo, con el peso de sus responsabilidades, y por la confianza en el resurgir del sitio donde el siniestro redujo a polvo hasta la vida.