Parecería que una ventaja de siete carreras en el séptimo inning es suficiente para alcanzar la victoria. También suena lógico que un staff de lanzadores, más que sobresaliente, tenga la capacidad para sostener esa diferencia.
Esa era la situación que vivía el equipo de Centrales en el sexto juego de la semifinal, amplio favorito para colocarse entre los dos mejores conjuntos del torneo élite en nuestro pasatiempo nacional.
Pero en el béisbol nada está escrito y Portuarios, en una remontada extraordinaria, logró vencer nueve anotaciones por ocho, aprovechando la desestabilización del bullpen y errores defensivos que costaron muchísimo en este decisivo choque.
Siete jits soportaron Yamichel Pérez, Hermes González y Naykel Cruz. Estos últimos no pudieron sacar un out frente a cinco bateadores, entre otras deficiencias que se asemejan más a improvisaciones propias de novatos.
Cuando comenzaron los play off de la primera Liga Élite del Béisbol Cubano, nadie hubiese vaticinado semejante desenlace: Centrales acaba de ser eliminado por Portuarios en la lucha por el boleto hacia la Serie del Caribe.
Tenían el cartel de favoritos y no era para menos, con nombres llamativos dentro de nuestra pelota actual y con buenos resultados en la etapa regular.
Súmele a eso una gran cantidad de jugadores incluidos en la prenómina rumbo al Clásico Mundial, y que seguramente harán el grado para representar a nuestro país en ese certamen.
Aquí no solo cuentan los números; los más occidentales de este cotejo se vieron superiores sobre la grama, y luego del primer revés en el Victoria de Girón ya no dejaron margen a la duda.
Fueron superiores en todos los aspectos, pero la ofensiva resaltó sobremanera toda vez que golpearon con fuerza al mejor staff de picheo del certamen.
Siempre escuché de los más experimentados que, en el deporte, “creérselo” es uno de los pasos esenciales e inviolables, y eso le sobra a unos Portuarios inspirados y apoyados por su afición, aun en terreno rival.
Una vez más, los del uniforme anaranjado se muestran erráticos en postemporada, y a estas alturas prevalecen los cuestionamientos acerca de la estabilidad psicológica, el aguantar la presión, el trabajo en equipo, la disciplina, entre otras cuestiones que no por subjetivas dejan de ser relevantes y determinantes en un deporte colectivo.
Otro aspecto que dejó mucho que desear fue la falta de apoyo de la afición yumurina, que apenas llegaba a unos pocos cientos de personas, sin conga que animara y estimulara a los peloteros.
Tampoco existió en ninguno de los partidos celebrados en el Victoria de Girón una oferta gastronómica, al menos discreta, que atrajera mayor cantidad de público; el ambiente de por sí ya se vislumbraba derrotista.
Centrales se va de la Liga con la medalla de bronce, pero con enormes deudas y la decepción propia de un equipo que podía lograr más, o por lo menos dejar una imagen positiva en medio de una dolorosa derrota.