Gladiador Rosillo piensa en podio olímpico de Tokio 2020

Santiago de Cuba.- GABRIEL Rosillo Kindelán, grequista de la división de 97 kilogramos, figura entre las mayores esperanzas cubanas para ascender al podio de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que iniciarán el venidero 23 de julio.

El atleta de 22 años de edad ostenta entre otros títulos la corona en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y la del certamen universal juvenil, efectuado en la ciudad estonia de Tallin.

Sobre su preparación rumbo a la lid más importante del orbe declaró: «A pesar de la difícil situación epidemiológica que vive el mundo, considero que mi desarrollo con vista a Tokio ha sido excelente. Tuvimos dos bases de entrenamiento en Cuba, una en la provincia de Camagüey y otra en Sancti Spíritus, lo que constituyó una gran oportunidad para todos los integrantes del equipo nacional, pues sabemos que el nivel de la lucha en nuestro país es elevado».

El talentoso deportista señaló además: «También hemos tenido la posibilidad de topar en el extranjero, recientemente estuvimos en Bulgaria y combatimos con varios luchadores de talla mundial. En este sentido, debo decir que he trabajado con mis entrenadores en las dificultades que tenía, y por supuesto hicimos hincapié en mis fortalezas».

De físico imponente y juventud que presagia una carrera deportiva exitosa, el gladiador indómito no esconde el orgullo que representa participar en su primera cita bajo los cinco aros…

«He participado en mundiales juveniles, en panamericanos y en mundiales de mayores, lo que contribuye a mi maduración atlética. Pero claro, los juegos olímpicos son otra historia. Estos son mis primeros, y aunque es lógico el nerviosismo, voy a disfrutar cada combate como si fuera el último».

Gabriel debutará en la tierra del sol naciente, el martes 3 de agosto, en los colchones Makuhari Messe Hall. Los principales hombres de su división son el armenio Artur Alexanian, el turco Cenk Ildem, el serbio Mihail Kadzaja y el archifavorito ruso Musa Yevlóyev.

Galardonado en 2019 como novato del año en Cuba, Rosillo concluyó diciendo: «Los triunfos que he obtenido en mi joven carrera representan mucho para mí, pero no me detendré e iré con todo a Tokio. Ya es un sueño haber clasificado, pero estar en el podio, y por qué no, tocar la gloria olímpica sería indescriptible».

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