Ella es lesbiana. Estudia en la universidad y trabaja. Cumplió 23 años recientemente. Sensible, amante de los libros, la música y la fotografía, decidió compartir su visión del Código de las Familias en esta entrevista que hoy el Periódico Girón les propone
Días atrás revisaba Facebook y en mi muro apareció el enlace al Anteproyecto del Código de Familias. Su lectura fluyó interesante y apacible. Mi mente emprendía un viaje reflexivo.
Compartí la información en mi perfil. Inmediatamente, empezó una lluvia de comentarios. El acápite del matrimonio y la familia conmocionó a los internautas, como cuando el análisis del proyecto constitucional, cuyo epicentro radicó, entre tantos temas, en el artículo 68.
Como consecuencia del debate, suenan nuevas notificaciones. Un mensaje amistoso y casual captó mi atención…
Chateé durante una semana con la muchacha. Conocí detalles reveladores de su personalidad y entonces decidí hacerle una entrevista virtual.
Ella es lesbiana. Estudia en la universidad y trabaja. Cumplió 23 años recientemente. Sensible, amante de los libros, la música y la fotografía. Tiene muy bien definido su escalafón de prioridades en la vida.
Aunque su franqueza se convirtió en una montaña rusa de emociones, encontró sosiego con el transcurso del tiempo.
¿Cómo te sentiste cuando notaste tu atracción hacia las mujeres?
Dudé. No sabía cuáles eran mis gustos, y eso me ponía en una situación de mucho estrés. Empecé a dudar a mis 13 años de edad. Tuve mi primer novio a los 15. Muy joven, y mis inseguridades no me permitían consolidar las relaciones. Cambiaba mucho de pareja y me sentía mal con eso. Sabía que me faltaba algo. No encontraba ese detalle que me llenara espiritualmente.
¿Cuándo decides contarlo y por qué?
Decidí contarlo cuando me sentí preparada y con fuerza de voluntad, porque era una situación en la que no encontraba paz. Ese secreto me mataba por dentro y restringía mi propia libertad. Además, no quería seguir ocultándolo a mis padres. Quería mi independencia personal y social.
¿Cómo reaccionaron tus familiares y amigos ante tu orientación sexual?
Mis amigos reaccionaron muy bien, de una manera natural. Son maduros y saben que lo importante es la esencia de las personas y el valor de la amistad, no la orientación sexual.
“En cuanto a mis padres, fue algo más complejo, ya que ellos siempre han adoptado una posición más conservadora ante la familia y la sociedad. Pensé que no me aceptarían o que demorarían en procesar la información. Efectivamente, al principio no querían admitir la realidad, a pesar de ello sentía su apoyo. Poco a poco, desarrollaron una postura positiva con respecto a mi decisión.
“Soy una persona muy reservada con mi privacidad, pero si me preguntaran algo relacionado con mi homosexualidad, respondería sin ningún problema”.
Hace más de cinco años que tiene novia. Las dos piensan forjar un porvenir juntas, matrimonio, hijos, un hogar. Solo quieren hallar una respuesta determinante que complemente sus anhelos
¿Cuál es tu concepto de pareja, familia y matrimonio?
Estas tres palabras no son más que el reflejo de la unidad, integridad, respeto y amor…
“Pareja es saber que existe alguien que nos complementa, pese a los distintos modos en que percibimos la vida. Es un lazo que nos impulsa a cumplir metas, realizar sueños.
“Matrimonio, una alianza entre dos personas que están dispuestas a ser felices a pesar de las dificultades.
“Familia, premio de la relación recíproca entre personas que se aman. Significa estabilidad, compañía, protección”.
¿Qué criterio tienes sobre la versión 22 del Anteproyecto del Código de las Familias, expuesto por el Ministerio de Justicia de la República de Cuba?
El anteproyecto se basa en el fortalecimiento de las familias cubanas, en el resguardo de todos sus miembros. No resulta pretencioso, sino que es un vivo reflejo de nuestra realidad. Trata de dar solución a los diversos conflictos que habitan en ella mediante la formación de una sociedad igualitaria.
“Hay temas que inevitablemente me tocan de cerca y con los que me siento identificada, como el derecho a formar matrimonio y familia. Mi humilde opinión es que se deben regir por los principios de igualdad plena, respeto, equilibrio y realidad, no discriminación.
“Sé que esto crearía una fuerte polémica en Cuba, debido a diferentes grupos de presión, pero muchos como yo tenemos derecho a luchar por lo que creemos, derecho a crear un mejor futuro sin ataduras ni restricciones”.
¿Crees que la sociedad cubana avanza a la par que sus leyes?
La sociedad cubana es plural. Si bien para muchos las leyes están dando un giro positivo a favor de un nuevo comienzo, algunos mantienen el miedo a alzar su voz y expresar sus pensamientos, y para otros solo se trata de una afrenta que apoya criterios que deberían permanecer en un baúl.
“Siempre existirán divisiones en cualquier reforma legal. Existirá miedo al cambio, pero en determinadas ocasiones el cambio es necesario”.
Tanto para mi entrevistada, como para una parte de la población cubana, la pluralidad se sustenta en el derecho de todos los seres humanos a alcanzar el bienestar, sin prejuicios que entorpezcan el crecimiento psicosocial.
En Cuba viven parejas homosexuales que llevan meses, años o una vida entera, compartiendo amor, alegrías, tristezas, bienes en común. Ante esta temática, se ha de obrar de manera consecuente, en función del reconocimiento de pautas civiles y legales que normen el deber y el derecho de cada individuo a ser feliz.
Al término de la entrevista recordé una frase del escritor francés, Antoine de Saint Exupery: “Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor”.
