Apuntes sobre tres personalidades del periodismo de Jagüey Grande durante época republicana

Este 14 de marzo celebramos el Día de la Prensa en Cuba para honrar la publicación en 1892 del primer número del periódico Patria fundado y dirigido por José Martí en la ciudad de Nueva York, que en breve se convirtió en el vocero de “la guerra necesaria y humanitaria”, convocada por él poco antes de que naciera el Partido Revolucionario Cubano.
En sus páginas, el lector podía encontrar diversas secciones, como: La Situación Política, Héroes, Guerra, Cartilla Revolucionaria, Las Noticias, Fuego Graneado, Pinchazos y Notas de la Colonia, entre otras. También las Bases del Partido Revolucionario Cubano, sus miembros, informaciones sobre los clubes revolucionarios, actividades patrióticas, recreativas y otros temas de interés.
Al cumplirse 131 años de esta publicación pocos pudieran imaginar que en una pequeña localidad del sureste matancero pudiera existir una tan amplia y popular tradición periodística desde los mismos momentos en que nació a la vida política.
Al revisar las decenas de periódicos y revistas –muchos de ellos ya deteriorados por el paso de los años-, de deambular casa por casa y barrio por barrio en la búsqueda de descendientes de los personajes que crearon la prensa en Jagüey Grande, sacar de esos viejos papeles entintados algunas ideas básicas que se repitan a lo largo de sesenta años de república neocolonial, no fue tarea fácil. De ahí que en un primer intento por rescatar para la historia las mejores tradiciones periodísticas de un terruño provinciano como vía y aporte de consolidación de la identidad cultural local, que repercute en la provincia y por supuesto en el país.
Y es precisamente en el rescate de esas tradiciones periodísticas de Jagüey Grande que sobresale en primera instancia la consolidación de un movimiento de corresponsales voluntarios, y dentro de estos, el círculo de amigos del periodismo radial adscrito a la Casa de Cultura Municipal.
La alternativa radial se convierte en la continuadora, en plena construcción del socialismo de las mejores tradiciones de un periodismo que, en su momento histórico, fomentó la cultura de un pequeño pueblo matancero y que dio al mundo, como colofón de la poesía social, en la década del 20, el poema antimperialista más acabado de la primera mitad del siglo XX, “La Zafra” de Agustín Acosta.
Pero si las limitaciones objetivas de recursos materiales han impedido desde hace algún tiempo la resurrección de la prensa local escrita en Jagüey Grande, la radiodifusión se ha alzado al rescate de las mejores tradiciones culturales.
A partir de 1900 con el surgimiento del periódico El Demócrata circularon en esta localidad un total de 32 publicaciones en el período republicano en el cual dos periodistas destacados en la vida cultural obtuvieron el premio Nacional de Periodismo Enrique José Varona.
Antonio Mora,con una fructífera labor periodística combinó en un primer momento sus labores de operario y luego de propietario en la Imprenta local Cervantes donde se publicaban la mayoría de los periódicos locales en esta época.
Movido por su interés periodístico presenta su aval a la Escuela profesional de periodismo Manuel Márquez Sterling y el 31 de enero de 1945 le es otorgado el certificado de aptitud periodística profesional.
Con suartículo:“El mayor de los dolores”, publicado en el periódico El Sol obtuvo el premio Nacional de Periodismo Enrique José Varona que otorgaba el Ministerio de Defensa el 13 de enero de 1945.
Por otra parte, en el historiador y periodista Pedro Ramón Rodríguez Martínez que también fue director y colaborador de publicaciones locales fue el creador del escudo de Jagüey Grande y gran inspirador de la historia de esta región. Mantuvo una amplia correspondencia con intelectuales y figuras de la época puso siempre su empeño como ninguno de sus contemporáneos su empeño por superar el progreso de la localidad.
Pedro Ramón Rodríguez Martínez, fue el otro periodista que recibió el premio Nacional de Periodismo Enrique José Varona en 1954 con el artículo “Frente a una Escuela”, editado en el periódico El Sol.
Como reconocimiento a su labor en 1956 se le declara Hijo Distinguido de Jagüey Grande y Premio al Mérito. Con motivo de las festividades por el centenario de esta ciudad en 1957 recibe diploma, Medalla de Oro y Premio al Mérito a favor del territorio.
Pedro Ramón Rodríguez Martínez, falleció el 10 de noviembre de 1965.
Otro destacado periodista jagüeyense de la época fue Roberto Oscar Carrasco Arévalo, que desempeño una fructífera y amplia labor social contribuyendo al desarrollo de la localidad.
Nació el 1 de octubre de 1918, pasó sus primeros años de vida en la Finca San Roberto, perteneciente al barrio López de esta localidad, hasta el año 1938 que se trasladó a vivir en el poblado de Jagüey Grande. Desde muy pequeño se dedicó junto a su familia al trabajo para mejorar la situación económica de su hogar, alternando los mismos con el estudio.
En el año 1941, comenzó a trabajar en el Central Australia, lugar donde se mantuvo ininterrumpidamente hasta el año 1979, que se acoge a la jubilación, tras dedicar 39 años de su vida al quehacer periodístico.
Siempre mantuvo una especial inclinación hacia la labor periodística y en 1938, fundó, dirigió y condujo “La Hora de Jagüey” programa que se transmitía los domingos de 10 am a 11am, por la emisora “Rialto” CMGH de la provincia deMatanzas. En este programa, se ofrecía mayoritariamente música campesina, aunque también se presentaron orquestas y cantantes solistas. Durante la transmisión del programa se aprovechaba la ocasión para plantear problemas y necesidades de la población jagüeyense.
Durante la década del 40, fue socio fundador y secretario de la Asociación Local de la Prensa, cofundador y director del periódico local “Albores”, corresponsal del periódico “El Mundo”, y del noticiero CMQ, subdirector del periódico local “El Sol” y redactor del mismo durante los trece años que duró el periódico.
En 1945 la Escuela Profesional de Periodismo “Manuel Márquez Sterling” le otorgó el certificado de aptitud periodística después de haber presentado su aval como periodista.
En 1955, después de aprobar las pruebas de aptitud realizadas por el Ministerio de Comunicaciones el 24 de noviembre se le otorgó el título de “Locutor de Radio”.
Roberto Oscar Carrasco Arévalo o Tuto como se le conoce cariñosamente, falleció el 13 de mayo de 2009 rodeado de familiares y amigos en su querido Jagüey Grande.

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