Irasema y las Musas Viajeras

 

Para Irasema Borges, el teatro fue una curiosa casualidad. La ahora Instructora de Arte, nombrada personalidad de la cultura en Jagüey Grande, cuenta que su primera audición la tomó de imprevisto a los 15 años de edad. Nunca antes había pensado en sí misma como una posible actriz.

Desde ese momento su vida se tornó alrededor de la pasión recién descubierta. Formó parte de la prestigiosa Brigada de Instructores de Arte XX Aniversario durante sus últimos cuatro años en función. También participó en la misión internacionalista “Cultura Corazón Adentro” de Venezuela, y laboró con varios grupos teatrales matanceros como “Telón Abierto” y “Arteatro”.

A sus 55 años, Irasema no ha perdido el compromiso con su vocación. Desde su actual cargo -Especialista de Creación Artística en la Casa de Cultura de su municipio- busca preservar y transmitir el arte en todo el territorio.

Tal vez sienta que su misión es la de sembrar talento en las próximas generaciones, y por ello, aunque trabaja con artistas de todas las edades, prioriza a los infantes..

irasema

 

“En Venezuela trabajé con niños y al regresar a Cuba, decidí mantenerme en esa línea. A pesar de que muchos consideran el trabajo con esa edad como el más complicado, para mí es ideal, porque tengo la posibilidad de educarlos desde pequeños, y continuar con ellos en edad adulta”.

Musas Viajeras

Corría el año 2014 y el panorama cultural del territorio jagüeyense enfrentaba a una dura realidad: las producciones artísticas locales, no llegaban a los habitantes de las numerosas comunidades rurales que allí se ubican. Además, era notable la falta de parques y de otras opciones recreativas en estos sitios.

Ante la latente necesidad de una solución efectiva, como esperado oasis en medio del más caluroso desierto, surgen las “Musas Viajeras”.

Integrado por pioneros de primer grado, el proyecto comunitario dirigido por Irasema, tenía el respaldo de las organizaciones locales y de otros instructores de arte.

“Empezamos con la idea de ir a las comunidades y zonas más intrincadas del municipio. Hacíamos talleres de distintas manifestaciones con los pobladores e intentábamos lograr una especie de actuación improvisada entre actores y el público. Ya luego cerrábamos la intervención con nuestra propia obra”.

Los guiones amigables con la naturaleza, la enseñanza detrás de cada historia, las décimas, poemas y versos que desbordan tradición, forman parte del sello artístico de las obras creadas y dirigidas por Borges.

Para ella lo más importante de su trabajo es captar a los pequeños, enamorarlos del mundo artístico y enseñarles a ser buenos artistas, así como buenos seres humanos.

“A veces llegan niños que tal vez no tienen la mejor condición artística, pero no los rechazo, porque pienso que mi trabajo como instructora es sacar a relucir el talento de cada quien”.

Las innumerables horas dedicadas a la creación y montaje de sus obras, no impiden que Irasema tenga una vida fuera de los escenarios, tan común como cualquier otro ser humano, con alegrías y penas. El disfraz de payasita se ha convertido en una experiencia curativa y gratificante para esta maestra.

” Yo digo que cuando me pongo el traje soy otra persona, más feliz y despreocupada. Olvido mis problemas y los achaques de la edad.

” En ocasiones no tengo muchos ánimos de trabajar; sin embargo, cuando llego y veo los resultados de mi labor en esos niños, elimino todo lo negativo”.

La dramaturga sabe que en cualquier rincón del municipio, puede encontrarse un potencial artista. Es por eso que en cada una de sus visitas, juega su papel de buscadora de tesoros y capta a todos los talentos ocultados por la lejanía.

“En muchas de las comunidades que visitamos, logramos crear oportunidades de aprendizaje y experiencias para los habitantes. Con el apoyo de los Instructores de Arte, adquirimos el compromiso de asentar centros de atención especializada, con el fin de crear unidades artísticas autóctonas de estos lugares”.

Una gran aspiración de los integrantes de este proyecto deviene de aumentar el alcance de sus presentaciones, llegar a más comunidades y expandir las ganas de hacer arte por toda la provincia.

Actualmente, el grupo conformado por 10 menores y 12 adultos, se mantiene en la programación semanal de la Casa de Cultura municipal. Además de participar en todo tipo de eventos estudiantiles y comunitarios.

Irasema y las Musas Viajeras son los hacedores de sueños, que llevan la fantasía y el arte a zonas donde a veces falta arrojo e inspiración.

 

Lea también: Desarrollaron museo móvil por el Día Mundial del Medio Ambiente

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

+ 56 = 58