Luego de varias temporadas con resultados discretos, el cubano Lázaro Martínez llegó al Campeonato Mundial de Atletismo Bajo Techo dispuesto a demostrar por qué hace unos años fue considerado entre los mayores prospectos del triple salto varonil.
Ahora él se encargó de borrar el fantasma de lesiones, confirmar aquella apreciación y convertirse en el tercer cubano que sube a lo más alto del podio en una cita planetaria en pista cubierta.
En Belgrado, la capital de Serbia, Lázaro construyó su triunfo con la autoridad de un primer salto de 17.64m, más de 40 centímetros por encima de su marca personal indoor y también superior a los 17.28m que posee como su mejor rendimiento de por vida.
De hecho, ese salto inicial lo llevó hasta el tercer puesto del listado histórico cubano en pista techada, solo por detrás de dos hombres como Aliecer Urrutia y Yoandri Betanzos.
Que a sus 24 años Lázaro Martínez mostró en esta cita mundial su estado de gracia no solo lo confirma su previo liderato del año, sino la secuencia de saltos conseguida ahora. Luego del debut, bajó hasta 17.04m, pero luego tomó fuerza y clavó los pinchos en 17.32m y 17.62m, dos registros que jamás había disfrutado en su carrera.
Después prefirió renunciar al quinto intento, para dejarlo todo a una sexta ronda de saltos que inició con el también cubano, ahora nacionalizado portugués, Pedro Pablo Pichardo, siguiéndole los pasos con 17.46m de su brinco inicial.
Sin embargo, tuvo renuncias a las dos últimas rondas tras un cuarto intento en el que pareció lesionado. Además de ellos, por encima de los 17 metros solo terminaron los estadounidenses Donald Scott (17.21m) y Will Claye (17.19m).
Así, cuando Lázaro llegó a la pistilla para cumplimentar su último intento, ya era el primer campeón de este mundial. Pero tenía más: se había convertido en el tercer cubano con un título en citas universales bajo techo, luego de los oros de Yoel García en París 1997 y Ernesto Revé en Sopot 2014. Es la continuidad de una escuela de triplistas que además acumula 13 medallas en este tipo de torneos.
Con este título Cuba se convierte en el segundo país con más preseas de oro en el triple salto varonil en los mundiales bajo techo. Por delante de la Mayor de Las Antillas solo se ubica Estados Unidos, con cinco coronas. Sin embargo, en cuanto a puntos, los caribeños comandan el listado con amplitud y ahora suman 125 unidades. Por detrás van los norteamericanos con 99.
Roxana Gómez: Tercer récord nacional y a las semifinales
Mientras tanto, Roxana Gómez volvió a mostrar un excelente estado de forma y por tercera vez en el año quebró el récord nacional en los 400 metros planos bajo techo.
La finalista olímpica de Tokio 2020 terminó su serie eliminatoria con 52.25s, un crono que solo le permitió entrar en la cuarta posición, pero le valió para conseguir el cupo a las semifinales de la tarde como una de las dos aseguradas por tiempos.
A todas luces el heat de la antillana fue el más complejo entre los cinco convocados, con la presencia de la titular olímpica Shaunae Miller-Uibo (51.74s) y de la jamaicana Stephanie Ann McPherson (51.86s). Ellas dominaron la carrera, por delante de la lituana Modesta Justé Moruskaité (52.11s), a la postre también asegurada para la siguiente ronda.
En esta primera ronda la mejor resultó la favorita holandesa Femke Bol, sólida con registro de 51.48s. Además de Miller-Uibo y McPherson, también bajaron de 52 segundos la irlandesa Phil Healy (51.75s) y la también representante de Países Bajos, Lieke Klaver (51.96s). El tiempo de Roxana Gómez fue el octavo más rápido.
La criolla llegó a este torneo luego de quebrar en dos ocasiones el récord nacional cubano durante la gira invernal. Su temporada la inició con 54.37s, pero luego lo mejoró hasta fijarlo en 52.60s. En la sesión de la tarde intentará terminar entre las tres primeras de su heat para colarse en la final, aunque tendrá en su misma serie a dos favoritas como Bol y MxPherson.
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