Historias de vida de nuestros educadores (+audio)

Alberto Castillo Cruz, actual profesor ambulatorio posee una larga historia como maestro de varias generaciones en el municipio de Jagüey Grande.

Graduado de las filas del Quinto Contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech donde permaneció durante cinco años las ansias de superación no quedaron ahí, sino que con posterioridad curso y logró la licenciatura en Ciencias Sociales que le permitió contar con las herramientas teórico-prácticas para lograr su debut como profesor en el Plan de Escuelas en el Campo de Jagüey Grande.

Castillo nos cuenta que el haber sido seleccionado para cumplir una misión internacionalista en la República Popular de Angola significó un gran estimulo, pero a la vez una extraordinaria experiencia que le sirvió para continuar prestando su contribución al sistema educacional cubano a su regreso esta vez en nuevas responsabilidades como jefe de grado, subdirector y director de escuelas hasta lograr su jubilación hace algunos años.

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Con semejantes antecedentes y con el gen de educador aún muy despierto en su sangre Castillo no pudo resistirse y se reincorporó nuevamente como trabajador de la educación esta vez como profesor ambulatorio donde labora desde hace cuatro años con niños que presentan dificultades de inadaptación escolar o de algún tipo de discapacidad que les imposibilita la asistencia a las aulas de las diferentes instituciones educativas.

En opinión de nuestro entrevistado esta labor que culmina al vencer el alumno el noveno grado y se desarrolla en las propias casas de los estudiantes es realizada de lunes a vienes tanto en la cabecera municipal como en los poblados de Torriente y Australia.

Con 66 años de edad el experimentado profesor considera que, para ejercer esta noble, humana y sensible actividad se requiere estar dotado de mucho tiempo, cariño, dedicación y sobre todo mantener una estrecha comunicación con la familia que es valorada como determinante hasta el punto de conocer cada dato de la enfermedad de los alumnos como recurso imprescindible para poder lograr la adecuada atención especializada requerida.

En una fecha tan significativa como el 22 de diciembre Día del Educador Cubano el profesor ambulatorio Alberto Castillo Cruz felicita a todos sus compañeros de profesión y a los familiares de los alumnos les llegue también este saludo y que sepan que los profesores ambulatorios del territorio siempre estarán dispuestos a dar lo mejor para que todos estos niños salgan adelante.

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