Decálogo para explicar el cuarto lugar de Matanzas

No acostumbro a emitir criterios específicos o radiografías sobre un equipo en particular, gane o pierda, pues casi siempre los periodistas somos acusados de parcialidad con un color u otro. Si accedo a compartir estas ideas es porque muchos lectores y amigos matanceros me han convidado a hacerlo, con la mayor ética posible, a partir del cuarto lugar del equipo Matanzas en la 62 Serie Nacional.

Debo reconocer que ese puesto es altamente honroso para cualquier conjunto, si tomamos en cuenta además que desde el 2012 es la segunda oportunidad que quedan fuera del podio. Desde esa fecha, con Víctor Mesa primero; luego con Victor Figueroa y desde hace tres años con Armando Ferrer acumulan un título (2020), cuatro platas (2013, 2014, 2021 y 2022) y cinco bronces (2012, 2015, 2016, 2017 y 2018), algo que habla de la constancia y calidad de esta generación de peloteros.

En esta versión terminaron sextos en la ronda clasificatoria y en cuartos de final eliminaron al equipo revelación de la temporada: Artemisa. El play off semifinal con los Leñadores tuneros no fue igual y aquí intento sintetizar diez razones o argumentos (no son únicos ni conclusivos) que pueden explicar ese resultado.

1- Los Leñadores de Las Tunas fueron mejores en el terreno en todos los órdenes de juego, incluso el psicológico, por lo que pudieron romper el mito de que no ganaban contra los yumurinos en postemporadas, tal y como había ocurrido en tres ocasiones anteriores.

2- Todos los indicadores de juego con respecto a lo visto en cuartos de final frente a Artemisa se lastimaron a niveles increíbles y no hubo reacción. Ofensiva: 339 por 219. Pitcheo: 3,00 pcl por 3,91 y Defensa: 979 por 960.

3- Tres jugadores claves en el equipo: Erisbel Arruebaruena (21-3), Yadil Mujica (26-2) y Yurisbel Gracial (21-6) no supieron llevar la voz cantante de la tropa y entre ellos apenas batearon de 68-11 para 162 de average.

4- Ese mismo trío de peloteros, junto al llegado Rudy Silva, que ocupaban los cuatro puestos delanteros de la alineación encontraron 28 corredores en posición anotadora y apenas remolcaron 2, una de Gracial y otra de Arruebaruena.

5- La defensa no solo cometió 10 pifias (4 de ellas de Mujica en la antesala), sino que todas costaron carreras y eso es lo peor que puede pasarle a un equipo. Destaque en este aspecto para Andrys Pérez, que agarró a cuatro de los cinco que intentaron salirle al robo.

6– Se abusó por parte de la dirección del toque de bola y pocas veces vimos utilizar la velocidad en función de la ofensiva. Si el equipo no estaba produciendo en una serie muy corta, los cambios en el line-up no debieron esperar hasta el final, sobre todo en el caso de Mujica, a quien quizás el aspecto físico le pasó factura, pues contra Artemisa rindió un mundo.

7– Si el primer lanzador del staff, Naykel Cruz, no es capaz de aportar una victoria o al menos tener una actuación convincente en las dos oportunidades que le dieron es imposible aspirar a una victoria. Las palmas para los relevos de Noelvis Entenza, una salida larga de Denis Quesada y los cierres de Armando Dueñas.

8- En las dos sonrisas por la mínima 3-2 y 2-1, decididas en el décimo inning por Ariel Sánchez y Aníbal Medina, hubo más errores del contrario que aciertos yumurinos. El impulso o el levantón emocional que podían significar no fueron suficientes para frenar los hachazos tuneros, que mostraron una excelente rotación de pitcheo.

9- Hay claras responsabilidades del director Armando Ferrer y su cuerpo de dirección en cambios de lanzadores, jugadas tácticas que no se hicieron y hasta en el mal corrido de las bases; pero la gran batalla en el beisbol se protagoniza bateando, lanzando y fildeando. Señalamos cierta desmotivación del equipo en los dos primeros desafíos en Las Tunas y más allá de los éxitos en sus predios del Victoria de Girón, nunca se alcanzó ese frenesí y motivación al máximo de equipos matanceros anteriores.

10- Quizás sea hora de pensar si mucho del legado que dejó Víctor Mesa en ese equipo sea necesario rescatar, sobre todo en cuanto a la disciplina y rigor en los entrenamientos. Incluso, la veteranía de algunos jugadores sin relevo inmediato parecer ser más preocupante que el propio cuarto lugar. Se acerca una Liga Élite en la que los refuerzos blindarán una nómina que, de seguro, volverá a pelear por un podio.

Matanzas no cumplió

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