
Para la Dra. Leydi Orosa Sánchez, directora del Centro Médico Psicopedagógico “Tamara Bunke” de Jaguey Grande “saberse poseedora de los mejores trabajadores del universo” quienes tienen como requisito ejercer “una labor primeramente de corazón y luego de profesionalidad” constituye un verdadero orgullo y satisfacción.
Con más de cuatro años de trabajo continuo en esta institución que tiene como misión fundamental ofrecer cobijo y rehabilitación a pacientes discapacitados que en su gran mayoría ya no tienen familia ni tutores con padres fallecidos nuestra entrevistada asegura que el centro se ocupa de que todos los pacientes tengan sus necesidades básicas cubiertas desde el punto de vista de alimentación, social y económico garantizándoseles la medicación para que puedan gozar de una mejor calidad de vida.
Al ser uno de los dos únicos centros en Matanzas que poseen la categoría provincial ellos le ofrecen atención a este tipo de pacientes que se ubican en uno u otro centro de acuerdo al grado de discapacidad que define además el número de especialistas para que sean valorados de manera periódica.
Asegura Leydi que para atender a un gran número de pacientes de varios territorios de la provincia cuentan entre otros con un sacrificado personal de asistente de enfermería encargado de acompañarlos permanentemente para facilitarles su aseo, los alimentos, el agua y junto a dos grupos de cocina con una pantrista y una dietista o nutrióloga se planifica la alimentación individualizada moviendo la dieta de acuerdo a las necesidades específicas de cada paciente.
Para esta directiva es fundamental la adecuada atención del personal médico especializado como dietólogos, fisioterapeutas localizables para 24 horas que tienen que saber entender a cada paciente y estar preparado para garantizar no solo las mejores condiciones no solo biológicas sino psicológicas.
En este complejo proceso de garantizar una mejor calidad de vida individualizada para cada paciente y dado la situación de carencias y recursos que vive toda la nación el reto de Leydis junto a todos sus trabajadores es desarrollar lo que suele llamar “una labor de corazón” porque a pesar de que el gobierno realiza un permanente esfuerzo por garantizar las necesidades básicas hay cosas que no son tan básicas que por suerte son garantizadas por un gran grupo de personas tanto del centro como del exterior que dado su grado de sensibilidad y un corazón tan noble se han convertido como en una familia para todos.
