Una Revolución en la Revolución: Mujeres matanceras dirigen importantes instituciones culturales

 

Cuando el Comandante en Jefe lo dijo el 23 de agosto de 1960 al constituirse la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), los hombres se miraron asombrados: “Una Revolución en la Revolución” y así fue.

Con la firme labor de Vilma Espín y miles de cubanas, el derecho a ser iguales y avanzar por los caminos de la cultura, la ciencia y la educación, a trabajar en disímiles profesiones y oficios, a no ser solo amas de casa, sino constructoras de una nueva nación se abrió paso sin marcha atrás hasta el presente.

Con el transcurso de los años la presencia femenina creció en todas las esferas de la sociedad y en la cultura ha sido uno de los escenarios donde ha emergido la gran fuerza de la mujer en la creación artística y literaria y en la asunción de cargos directivos, lo que significa tener sobre sus hombros la organización y estrategia de desarrollo de diversas instituciones y agrupaciones.

Empezando la segunda década del siglo 21, en la Atenas de Cuba bate récord el área patrimonial, pues junto a Bielka Cantillo, directora del Centro provincial de Patrimonio Cultural en Matanzas, llevan la batuta Maritza Cuba, en el Registro provincial de Patrimonio Cultural y en los museos Olga Lidia González, en el Palacio de Junco; Marcia Brito Hernández, en el Farmacéutico; Gicela Álvarez, en el Memorial El Morrillo e Isabel Hernández, en el Castillo de San Severino.

Las artes escénicas cuenta con importantes artistas que dirigen colectivos multilaureados, como Liliam Padrón, de la compañía Danza Espiral; Miriam Muñoz, de Teatro Icarón y Rocío Rodríguez Fernández, del colectivo El Mirón Cubano.

En cuanto a la música, destacan por su desempeño las jóvenes directoras Leidet Garlobo González, de la sala José White y la adjunta de la Banda provincial de Conciertos Yoannia Calama.

Resaltan además en los sitiales literarios y periodísticos, la directora de ediciones Vigía, Agustina Ponce Valdés y la directora provincial de Radio, Odalys Miranda Suárez.

Matanceras que ofrecen lo mejor de su inteligencia y energía paraa llevar adelante la ilustración al pueblo en esta ciudad maravillosa, apoyadas por cientos de creadoras y trabajadoras de la Cultura, que son ejemplo de tenacidad y entrega ante el llamado de la Revolución.

Es una realidad. Mucho de este adelanto social se debe a la existencia de la Federación de Mujeres Cubanas que contribuyó a la elevación del nivel educacional, cultural y político de las mujeres.

La Revolución enalteció a las cubanas ante sí mismas y la sociedad. Y las convirtió en seres decididos y capaces, con quienes hay que contar para seguir adelante.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

60 − = 51
Powered by MathCaptcha