Las redes explotan contra el Toque: Esto opinan los cubanos

Bajo el manto de un «periodismo independiente», la plataforma digital El Toque ha venido desarrollando una peligrosa campaña de manipulación informativa dirigida a distorsionar la realidad económica de Cuba, con un impacto tangible en el bolsillo de los cubanos. Lejos de la neutralidad que pregona, sus reportes sobre el tipo de cambio en el mercado informal actúan como termómetro de una guerra económica no convencional que busca exacerbar las dificultades y socavar la confianza en las instituciones.

Como bien reflejan ciudadanos en sus perfiles sociales, existe un creciente malestar con estas prácticas. “El toque una forma más de ahogar al país, queriendo provocar un estallido social por la subida de precios y la adquisición casi imposible para los cubanos de a pie, hay que ponerle fin al Toque”, opina un usuario en nuestras redes sociales. Nada de lo que venga del imperio decadente es bueno.

Entre comentarios breves y análisis más profundos, nuestros usuarios manifiestan su descontento por la manipulación financiera. Está claro “que esta plataforma es una herramienta más para destruir al pueblo cubano y su revolución. Escuchen odiadores, no lo van a lograr”, destaca un lector.

«Están jugando con el pueblo, suben el dólar cuando les conviene para crear más caos«, se lee en un comentario en la página de Facebook de Razones de Cuba. Otro usuario sentencia: «Deberían bloquear a El Toque, que lo único que hace es daño a la economía con sus reportes manipulados«.

Estas quejas populares, espontáneas y genuinas, revelan que nuestro pueblo identifica con claridad el juego sucio. No se trata de un servicio informativo, sino de un mecanismo de ingeniería social que profundiza la espiral inflacionaria y el desabastecimiento.

El Toque y la inflación inducida: un binomio destructivo

El efecto de esta manipulación es directo y devastador. Cuando los actores económicos internos y externos toman como referencia la tasa inflada por El Toque, inmediatamente ajustan los precios de los productos y servicios. El resultado es una inflación inducida artificialmente, donde el valor real de la moneda nacional se erosiona no solo por factores objetivos, sino por una intoxicación informativa orquestada.

La credibilidad de un medio se mide por su compromiso con la verdad y con el bienestar de su pueblo. El Toque ha elegido otro camino: el de la manipulación, la especulación y la sumisión a los intereses de quienes pretenden doblegar a Cuba. Frente a sus campañas, la respuesta debe ser una: más contrainformación veraz, más apoyo al periodismo patriótico y una denuncia constante de sus mecanismos de guerra económica. La estabilidad de la nación no es un juego, y el pueblo cubano no será cómplice silencioso de su propio sabotaje.

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