Preguntas ineludibles para entender el porqué de los apagones en Cuba

Cuando el pasado 14 de mayo el ministro de Energía y Minas comparecía en la televisión nacional, ya muchos se habían percatado de la compleja situación electroenergética por la que atravesaba el país.

En varias provincias se habían iniciado cortes eléctricos que superaban lo habitual para esta época de lluvias, y las palabras avería, termoeléctrica y apagón reaparecían en el habla popular.

En Mesa Redonda especial, Liván Arronte Cruz daba a conocer la tensa situación del sector, marcado por la rotura de varias termoeléctricas de alta generación y la falta de combustible.

A pesar de los ingentes esfuerzos con los que se vienen trabajando, y en consonancia con la voluntad política para resolver un problema tan sensible para la población, a tres meses del anuncio aún no se ha logrado estabilizar la situación. A propósito del tema, Cubadebate conversó con  Jorge Armando Cepero Hernández, director general de la Unión Eléctrica (UE).

—¿Cómo se genera electricidad en Cuba?

Hasta la actualidad dependemos en su gran mayoría de los combustibles fósiles. El país no cuenta con grandes ríos y por ello solo tenemos una hidroeléctrica, ubicada en el Hanabanilla, y otras pequeñas mini hidroeléctricas dispersas en el territorio nacional.

En este momento se están potenciando otras fuentes renovables, con un mayor desarrollo de la solar-fotovoltaica. Dicha fuente es la que reúne nuestras mayores aspiraciones dada la reserva que poseemos. Igualmente se abre paso la energía eólica con la presencia de varios parques en el país.

Otro origen es la biomasa, fundamentalmente con la industria azucarera.

—¿Cómo se compone hoy la matriz eléctrica?

La primera reserva son las energías renovables, cuyo desarrollo aun es incipiente. Esta representa alrededor del 2% de la energía que se consume hoy en Cuba.

Como todos conocen, hay un programa para el desarrollo de este tipo de generación, pero en los últimos años se ha detenido debido a las fuertes restricciones económicas que ha sufrido el país, sobre todo por la crisis generada por la pandemia de covid-19 y que ha tenido un impacto en los inversionistas.

Otro elemento que ha ralentizado este proceso es la aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton. Desde ese momento Cuba ha tenido serios problemas para adquirir financiamientos.

En el caso de la “Ciro Redondo”, que trabaja con la biomasa cañera, se encuentra paralizada en estos momentos. Entre tanto, en la energía solar la principal limitante es que hoy el país no cuenta con acumulación, y por tanto se usa esta energía durante el día mientras contamos con disponibilidad de sol.

Por su parte, la eólica entrega en dependencia del viento y la hídrica sí cuenta con una generación estable según el agua que haya en los embalses.

El segundo elemento que integra la matriz electroenergética es el gas, a partir de las plantas de ENERGAS, las cuales utilizan el gas acompañante. Dichas instalaciones se encuentran en Varadero, otra en Puerto Escondido y otra en Jaruco.

No obstante, ha habido un descenso en los niveles de gas y hoy tenemos una capacidad que no se logra completar por déficit del mismo. A la vez, se presentan algunas roturas en las plantas, por no poder adquirir los recursos fundamentales para dar mantenimiento. La unidad de ciclo combinado de Varadero está fuera de servicio por estas cuestiones. En total hoy se dejan de producir unos 90 MW por esas cuestiones.

En la medida que se vayan encontrando nuevos yacimientos y se pongan en explotación nuevos pozo, aumentará la disponibilidad de gas.

El tercer elemento de la generación eléctrica son las plantas térmicas, que constituyen su generación base y son el sistema más robusto.

En Cuba existen hoy 19 bloques térmicos y ocho plantas.

  • La CTE Máximo Gómez ubicada en Mariel provincia de Artemisa cuenta en la actualidad con tres unidades de 100 MW cada una con tecnología de la antigua Unión Soviética. Esta central tiene la posibilidad de consumir combustible crudo nacional que contribuye a la independencia energética del país.
  • La CTE Otto Parellada ubicada en la capital del país tiene una potencia instalada de 60 MW con tecnología de la antigua Checoslovaquia, que tiene el beneficio de estar cerca del consumo lo que contribuye a la disminución de las pérdidas eléctricas. Esta unidad está en un proceso de mantenimiento.
  • La CTE Ernesto Guevara en el municipio de Santa Cruz del Norte en la provincia de Mayabeque, cuenta con tres unidades de 100 MW cada una de tecnología soviética que también puede consumir combustible crudo nacional con la ventaja de que tiene el suministro a través de oleoducto lo cual reduce los costos por transportación del combustible.
  • La CTE Antonio Guiteras, en la provincia de Matanzas, cuenta con el mayor unidad generadora del país con una potencia de 330 MW de tecnología francesa, este bloque consume crudo nacional que recibe por oleoducto y es el más eficiente del país.
  • La CTE Carlos Manuel de Céspedes, en la provincia de Cienfuegos, con dos unidades japonesas de 158 MW de potencia instalada cada uno, son los de mayor confiabilidad y pueden recibir el combustible por oleoducto desde la refinería de Cienfuegos, están preparadas para la quema de combustible crudo nacional aunque regularmente consume fuel oil.
  • La CTE Diez de Octubre, en el municipio de Nuevitas en la provincia de Camagüey, con tres unidades de 125 MW de potencia cada una y de tecnología fabricada en la Antigua Checoslovaquia.
  • La CTE Lidio Ramón Pérez, en Felton en la provincia de Holguín, con dos unidades de 250 MW de potencia cada uno con tecnología de la antigua Checoslovaquia.
  • La CTE Antonio Maceo, en la península de Renté en Santiago de Cuba, cuanta con cuatro unidades de 100 MW de potencia cada uno con tecnología de la Antigua Unión Soviética, estos bloques también consumen petróleo crudo nacional.

Como vimos anteriormente, algunos de estos bloques tenían una potencia de 100 MW, pero al pasar a quemar crudo cubano, se limitan en potencia, ya que el combustible nacional es mucho más pesado para quemarlo. Todas estas plantas producen cerca de la mitad de la energía que se consume en la nación.

El cuarto elementos son los motores de generación distribuida, con dos tipos fundamentales: los motores a fueloil​ y los motores a diésel.

En el caso de los primeros, junto a las plantas térmicas, son parte de la generación base. Los motores a fueloil son de dos tipos: dos emplazamientos de 18 MW que consumen el crudo de más baja calidad y el resto de otras características que se encuentran distribuidos por las diferentes provincias.

En el caso de los motores a diésel se consideran el último escalón y la regeneración más cara porque se importa.

Igualmente el país cuenta con tres patanas en Mariel (plantas térmicas), muy similares a las plantas de 18MW.

La concepción ideal es tener a tiempo completo las fuentes renovables, el gas y las termoeléctricas ya que consumen el crudo nacional. Luego se va cubriendo en dependencia de la demanda, las plantas que emplean fueloil de más baja calidad y por último el diésel.

Estando en condiciones óptimas la generación térmica, el diésel solo se emplea en los horarios de máxima demanda. Pero como hemos tenido baja disponibilidad en las termoeléctricas se ha tenido que utilizar las plantas de diésel en régimen continuo, lo cual es muy costoso para el país y repercute en los equipos pues no es una generación diseñada para trabajar en régimen continúo.

Para mejorar esta situación el país desarrolla varias inversiones como son los nuevos parques eólicos en el norte de Las Tunas, al tiempo que se estudia ampliar pequeñas capacidades en la hídrica, fundamentalmente en el oriente del país. También se implementa un programa más ambicioso con la solar-fotovoltaica y se seguirá impulsando la biomasa con Azcuba.

Igualmente, se debe ir ampliando la generación térmica. Está en proyecto la construcción de cuatro nuevos bloques, tres en Este Habana y uno en el Mariel que empleen crudo nacional. Todos con financiamiento ruso.

En la actualidad se trabaja en la unidad número 1 de Felton, la cual desde finales del año 2019 sufrió una avería y se sometió a un proceso inversionista. Se recuperaron las turbinas y se colocaron nuevas; se recuperó gran parte de la caldera con sus tuberías; se modernizó el generador y la unidad se sincronizó al sistema y está en una etapa de ajuste. Aunque es una unidad diseñada para 250 MW, con la recapitalización que se hizo alcanzó el valor de 260 MW.

Al ser inversiones complejas y demandar diferentes pruebas, en este proceso salen averías sobre todo en los componentes que no se modernizaron.  Una vez que esta se estabilice será una mejora porque son 260 MW más al sistema.

La otra inversión que se desarrolla es en el bloque 6 del Mariel, al cual se le había dado baja. Será un bloque de 100 MW con tecnología totalmente nueva. La inversión ya está concluida, ahora se encuentra en la fase de ajuste y puesta en marcha. El proceso de sincronización debe realizarse en este mes de agosto.

—¿Por qué tantas roturas? ¿Acaso no se da mantenimiento?

Sí se da mantenimiento. Tenemos un programa, partiendo del carácter planificado de nuestra economía. Por ejemplo, cuando se prevé el plan de la economía del próximo año, debemos informar con cuánta energía disponemos en base a los mantenimientos que se quieran dar y las inversiones a ejecutarse.

Sin embargo, los recursos para realizar estas labores son importados como tuberías, electrodos, elementos auxiliares como bombas de agua, ventiladores, quemadores, mientras que otros elementos se importan sus materiales para fabricarlos en Cuba. 

La planificación se ejecuta a partir de la cantidad de horas en funcionamiento. Todos los años se prevé algún tipo de mantenimiento (ligero, parcial o capital). Si bien la introducción del crudo nacional nos da independencia, posee algunas características malas dese el punto de vista de la calidad. Tiene un alto nivel de azufre, es muy pesado y al quemarlo en las termoeléctricas los niveles de suciedad son mayores y esto acorta los ciclos de mantenimientos del sistema por los altos niveles de residuos.

¿Qué nos ha pasado con los mantenimientos? Pues recordemos que una de las primeras medidas tomadas por la administración de Trump estuvo dirigida a este sector. Primero entorpecieron el acceso de buques que pudieran suministrar combustibles al país. Más adelante comenzaron a poner sanciones contra todos los proveedores para encarecer el acceso a las tecnologías.

Además, usualmente se trabaja con líneas de créditos y comenzaron a trancarnos esos financiamientos. Incluso, aun contando con el dinero no había forma de conseguir los insumos. De esta forma empezaron a acumularse los mantenimientos en los grupos de generación térmica.

Para que un grupo tenga seguridad y estabilidad, tiene tres bombas (dos en funcionamiento y una de reserva). Esto permite rotarlas en caso de averías o le planificas el mantenimiento. Al no poder ejecutar estas acciones preventivas, llega un momento en que se rompe y no funciona más.

Esto también implica que se pierda potencia en los bloques generadores y cuando se tiene este tipo de afectaciones solo se produce una potencia parcial a lo diseñado. Esta situación está presente hoy en muchas unidades.

Los mantenimientos que no se han dado no son por falta de previsión ni preparación del personal, sino por carecer de los recursos necesarios para hacerlos.

En Cuba siempre se han dado mantenimientos a las unidades de generación térmica y nadie se entera. Incluso han salido dos y tres bloques, pero como se cuenta con suficiente generación no sucede nada.

Con los motores de generación distribuida ha pasado lo mismo. Lo primero fue que nos cerraron las líneas de crédito con varios proveedores internacionales europeos y asiáticos.

Ante esta problemática, se limitan los bloques en su potencia. Si tenías una unidad de 100 MW, la pasas a 80 MW porque no tienes el ventilador o el sensor que llevaba. Hoy el principal problema que tiene la electricidad es su nivel de limitaciones. Por ejemplo, hay una potencia instalada de 100 MW que hoy solo está dando 50 MW con el mismo gasto de combustible.

Todas estas limitaciones comenzaron desde el 2016 y han sido acumulativas.

Entonces, ¿si ya se reparó una unidad por qué se vuelve a parar por otro problema? Porque es como el carro, que le cambias el motor, pero tal vez no tenías en el momento de la parada los amortiguadores y cuando lo echas andar salen los problemas.

A esta situación se le suma el impacto de la pandemia, pues el país tuvo que destinar casi todos los recursos a la compra de medicamentos y alimentos. También está la limitante de no poder comprar en los mercados cerca ni usar el dólar.

En el caso de la “Guiteras”, llevamos cuatro años posponiendo su ciclo de mantenimiento capital y aunque se hacen trabajos menores no son suficientes.

Esto nos pasó con “Felton”, ahí se está incorporando el bloque 1, pero se debe emprender acciones en el 2 al estar sobre explotado. En la actualidad hay 13 bloques fuera del ciclo de mantenimiento.

¿Qué significa estar fuera del ciclo de manteniendo? Que ya no es confiable o lo que es lo mismo, que puede salir del SEN por cualquier problema y aunque lo repares, puede volver a afectarse porque requiere ya un mantenimiento capital.

¿Cuáles son las perspectivas? Tenemos en servicio dos bloques nuevos, se recapitalizó el bloque cinco de “Rente”. Hay un programa intensivo para las energías renovables, un financiamiento con fueloil y deben comenzar a entrar las piezas.

Cuba tampoco está refinando mucho fueloil. También en estas unidades de generación distribuidas hay un nivel de averías grande porque no se ha contado con los financiamientos.

—¿Por qué hay apagones que duran más de las cuatro horas anunciadas?

Es cierto que no se ha cumplido. Esa era la planificación inicial, pero hemos enfrentado situaciones más complejas. Un sistema para que sea confiable debe tener una reserva rodante superior a la “máquina más grande que tengas en el sistema”. El bloque más grande que tenemos es “Felton”, con dos máquinas de 250 MW. Entonces se requiere de una reserva superior a la máxima potencia que tienes en el sistema para, si ese bloque saliera, en automático cubrir la demanda y no dar un apagón.

Cuando se opera con una potencia menor a la máxima capacidad que tiene el sistema, entonces vienen los problemas. Hoy Cuba está operando sin reservas, sobre todo porque las unidades están trabajando con limitaciones (por debajo de su capacidad real).

Por mucho que se planifique, al estar trabajando en estas condiciones, la más mínima afectación puede alargar los apagones.

La primera causa es que muchos bloques están fuera de su ciclo de mantenimiento, por tanto, están trabajando por debajo de su capacidad nominal.

Igualmente tenemos afectaciones en el sistema de distribución (líneas, subestaciones, transformadores por la misma falta de piezas de repuesto), lo que se combina con la adquisición por la población de equipos altos consumidores, lo cual debe tener un respaldo que permita ampliar la capacidad de distribución, pero al carecer de esos financiamientos, se mantiene el mismo sistema y aparecen las averías.

Estas afectaciones aumentan en el verano, porque se incrementa el consumo. Igualmente inciden las descargas eléctricas que afectan sobre todo a nuestro sistema de distribución al ser la mayoría sistemas aéreos, entonces a veces tú estabas en apagón, pasa un evento atmosférico y te afecta el circuito, aunque no esté energizado y se te extiende aun el corte.

El otro elemento es que en cada territorio hay un grupo de circuitos protegidos por el interés social que tiene, como pueden ser hospitales, industrias, organismos gubernamentales.

Entonces tienes un nivel de carga que no se puede apagar y aunque tú digas afectar cuatro horas, cuando una provincia tiene que hacer esta distribución atendiendo a sus particularidades pueden extenderse las afectaciones porque las rotaciones no son parejas y hay circuitos que no puede faltarle la corriente como los centros de aislamiento.

—¿Qué beneficios tiene la nueva política para impulsar el uso de energías renovables en el sector residencial?

Lo primero es que se le ha dado a la población varias opciones para la adquisición de paneles y otros equipos que emplean energías renovables, que van desde la compra o importación hasta el financiamiento de este tipo de energías.

Es importante que se conozca que luego de instalado este dispositivo, se le instala otro tipo de metro contador, que permite medir tanto el consumo del hogar como lo que genere la celda fotovoltaica. A partir de este cálculo se le hace un descuento a la población y en el caso de que genere más de lo que necesita se le paga.

Por ultimo quisiera agregar que se trabaja sin descanso por solucionar todas las afectaciones que se están produciendo. Es la voluntad de nuestro gobierno y nuestros trabajadores la satisfacción de la población.  

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