La melodía inicia su travesía musical. La energía de las notas vuela en sincrónica fusión con el contagioso espíritu combativo de su letra. Levantados se vislumbran los brazos y en absorta devoción, sus oyentes le rinden respeto. La historia nos hizo herederos del himno de Bayamo, ese potente llamado de guerra que no solo devino símbolo patrio, sino que convirtió a Pedro Figueredo Cisneros en autor de la más enraizada muestra sonora del vigor y rebeldía del pueblo cubano.
Perucho nació el 18 de febrero de 1818 en la oriental ciudad de Bayamo y, aunque la abogacía se convirtió en la profesión de su vida, encontró en la filosofía y el piano a dos nuevos confidentes, a los cuales, según afirmó el coronel independentista Fernando Figueredo Socarrás, pueden sumarse la gracia e ironía de sus críticas literarias y su maestría como caricaturista y dibujante, destellada en prolíficas obras de arte tristemente convertidas en cenizas cuando el incendio de Bayamo de 1869 las disolvió. No es de extrañar que la grandeza de estas dotes académicas y artístico-literarias lo hiciera merecedor del apodo de Gallito Bayamés, un sobrenombre bien extrapolable a sus posteriores acciones en pos de la causa independentista.
La sangre mambisa fluyó en sus venas y para 1852 su nombre figuró entre los sospechosos de infidencia hacia el gobierno español. Desde el ser llamado a declarar por el acuchillamiento del retrato de la reina Isabel II en 1853 y la suspensión en 1857 del periódico El Correo de la Tarde por sus fuertes críticas al gobierno colonial, hasta los 14 meses de prisión domiciliar que sufrió tras manifestar ante el gobernador superior del país, la incompetencia del entonces alcalde mayor de Bayamo, Gerónimo Suárez Ronte, convirtieron al Gallito Bayamés en un ejemplo de la creciente vibra insurreccional que se gestaba en la mayor de las Antillas.
Su casa se convirtió en el centro principal de las conspiraciones independentistas de la región oriental, mérito al que se suma la reunión secreta que ahí tuvo lugar el 14 de agosto de 1867, cuando se fundó el Comité Revolucionario de Bayamo y escribió la letra de la marcha combativa por la que pasaría a la inmortalidad: La Bayamesa.
Arrancada la contienda libertadora de 1868 con el Alzamiento en La Demajagua de Céspedes, organizó junto a Maceo Osorio y Donato Mármol a los conspiradores de Bayamo. Convirtió su ingenio azucarero Las Mangas en un campamento militar y llama al pueblo bayamés a la lucha arguyendo que se uniría a Céspedes para con él marchar a la gloria o al cadalso.
El entonces gobernador español Julián Udaeta, envió tres parlamentarios a Bayamo para pedir la capitulación de las armas y, como digno preludio de la futura protesta de Baraguá, Perucho no solo rechazó la oferta, sino que los mismos parlamentarios se unieron a sus tropas, que para el 16 de octubre contaban con 200 hombres armados.
Las fuerzas de Figueredo, ya convertido jefe de estado mayor del Ejercito Libertador, junto a las de Céspedes y el general dominicano Luis Marcano se hicieron con la victoria sobre la ciudad de Bayamo, donde entre el júbilo y el perpetuo tarareo de su composición patriótica, sacó lápiz y papel y, sobre la montura de su caballo Pajarito, escribió los versos de la pieza musical que avivó las llamas de la vibra libertaria en los bayameses, esas con que incineraron en 1869 su ciudad en respuesta a las intenciones represivas del general Balmaseda.
Continuó su bregar anticolonial hasta que a mediados de 1870 cayó enfermo de fiebre tifoidea y, aún convaleciente y gravemente lacerado por el padecimiento, fue hecho prisionero por los españoles en la finca Santa Rosa de Cabaniguao en Las Tunas. Posteriormente fue conducido a Santiago de Cuba y fusilado el 17 de agosto junto a otros dos patriotas, Rodrigo Tamayo y su hijo Ignacio Figueredo.
Sensibilidad, sabiduría, inteligencia, justicia. Cincuenta y dos años tenía Perucho Figueredo Cisneros, cuando los disparos mortales atravesaron su figura y de sus labios emanó la lírica y melódica frase con que derramó su sangre mambí, perpetuó el recuerdo y rebosó dignidad: morir por la Patria es vivir.
Con información de:
- https://www.ecured.cu/Perucho_Figueredo
- https://www.contraloria.gob.cu/noticias/perucho-figueredo-autor-del-himno-nacional-cubano-y-mayor-general
- https://www.telesurtv.net/amp/news/vida-historia-perucho-figueredo-cuba-20200817-0027.html
- Ponencia de investigación Pedro Figueredo: insignia de himno y de patria libre, publicada en la revista 16 de Abril por Manuel de Jesús Rodíguez García, Ibraín Enrique Corrales-Reyes, Yasmany Fornaris-Cedeño, Mónica García Rafa y Rafael Claudio Izaguirre Remón.

Periodista en Radio Victoria de Girón
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