Ante las posibles afectaciones del organismo meteorológico Elsa, la protección a la familia resulta prioridad para los grupos y subgrupos de la la Defensa Civil en Jagüey Grande.
La familia debe concebir un grupo de medidas para la protección de sus integrantes, sus bienes (que incluye a mascotas y animales de crianza) y la economía familiar ante el peligro de los ciclones tropicales. En caso de que la vivienda ofrezca seguridad, se debe evaluar cómo se pudiera contribuir a la protección de otras personas.
El análisis parte del conocimiento que se tenga de las vulnerabilidades que presenta el lugar de residencia y la vivienda, considerando en esta última el estado del mantenimiento constructivo, resistencia del techo, paredes, ventanas y puertas ante fuertes vientos, posibilidades de derrumbe, filtraciones a causa de las intensas lluvias y peligro de inundación por estar en zonas bajas, cercanas a ríos, canales, cañadas o zonas costeras.
El grado de veracidad de los planes de protección de la población, de la zona de defensa y de la comunidad donde reside un grupo de familias, depende de que conozcan el lugar a donde deben acudir para protegerse (a otras casas, centros de evacuación u otras instalaciones estatales con condiciones de seguridad y alejadas de las áreas de riesgo), así como de los plazos en que se debe hacer el traslado para evitar movimientos en condiciones nocturnas o bajo los peligrosos efectos de los vientos o las lluvias. Todos los miembros de la familia deben mantenerse permanentemente informados.
Es recomendable a los núcleos familiares que residen en áreas rurales, distribuyan las tareas a ejecutar por cada miembro de la familia, ya que unos aseguran el cumplimiento de las medidas de protección de la masa animal, otros las referentes a los cultivos o cosechas y otros las que se cumplen directamente en las viviendas o en interés de la familia y la comunidad.

Estudió Periodismo, Licenciatura en Comunicación Social en Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos”