El lanzador Jorge Isbel Blanco Chapell, natural del poblado de Limones, en el municipio de Limonar, en una reciente entrevista comentó sobre su inicios en el pasatiempo nacional y su desarrollo como atleta.
«Mis primeros pasos en la pelota fueron a la edad de seis años gracias a un primo que también jugaba y me llevo con él a los entrenamientos y me quedé enamorado de lo que vi», acotó.
Al comienzo de su carrera se desempeñó como jugador de cuadro, pero ante la insistencia de los entrenadores en probarlo como lanzador cambió la segunda base por el box. «Los profesores veían que a la hora de tirar desde cualquier posición del cuadro la bola me caminaba y mi brazo era fuerte, por lo que comenzaron a prepararme para lanzar», comentó.
Chapell debutó con los Cocodrilos en la serie 63 con solo 22 años y guarda gratos recuerdos de su etapa con el conjunto.» Desde el inicio me relacioné muy bien con todos los muchachos y con el colectivo de dirección, sobre todo con el receptor Yoandry Jiménez, a quien considero un hermano», explicó.
La Chapa, como lo apodan los amigos agradeció la influencia en su carrera de entrenadores como Miguel Angel Álvarez Rolo, Guillermo Tortoló y el olímpico Jonder Martínez.
El joven lanzador señaló la importancia de compartir equipo con un veterano como Noelvis Entenza. «Siempre me da consejos dentro y fuera del terreno, se preocupa porque ponga el extra en los entrenamientos y que no me desespere, que mi momento va a llegar», argumentó.

«En mi temporada de debut en algunas ocasiones fui utilizado como abridor, pero prefiero la función de relevo por la adrenalina que provoca venir en los momentos tensos del encuentro», dijo.
Señaló el apoyo a sus compañeros como su principal cualidad como lanzador. «Siempre que no estoy sobre el montículo me gusta animar a mis compañeros ya que con muchos de ellos vengo desde categorías inferiores».
En la última edición del torneo para menores de 23 años fue utilizado como abridor por el mentor Lázaro Junco. «La experiencia en el torneo fue buena, quise ayudar más al equipo, pero molestias en el brazo de lanzar me impidieron un mejor desempeño», sentenció.
«El sub23 es una ventana para que los peloteros jóvenes se desarrollen y tengan la oportunidad de demostrar su calidad aunque considero que son muy pocos partidos de pelota para jóvenes en etapa de desarrollo».
Tras no hacer el grado a la edición 64 del clásico nacional de las bolas y los strike, el natural de Limones centra sus esfuerzos en mejorar aspectos de su mecánica de lanzar para ser considerado por el estratega Armando Ferrer para próximos torneos. (Por: George Carlos Roger Suárez )
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