El público la espera impaciente. Rebosan las ovaciones y los reflectores destellan luz con su llegada. Las pieles de los presentes enmudecen erizadas y su voz rompe el silencio.
Con más de 170 álbumes, sencillos y videos vendidos, Emmys, Billboard Music Awards, Grammys, Oscars y American Music Awards, es sorprendentemente imposible resumir en más de cuatrocientos lauros el inmenso repertorio de distinciones que comprende la fructífera carrera y destreza musical de Whitney Elizabeth Houston, siendo incluso reconocida por ello en el Libro Guinnes de los Records y recordada su voz como un tesoro nacional de los Estados Unidos.
La bien llamada La Voz nació en Los Ángeles el 9 de agosto de 1963 y desde pequeña, aunque tuvo un promisorio éxito como modelo, encontró en la música su verdadero camino al estrellato. Con la influencia de su madre Cissy Houston, sus primas Dionne y Dee Dee Warwick y su madrina Aretha Franklin géneros como el soul, góspel, R&B y el pop fueron engalanados con sus interpretaciones.
Ya para 1983 firmó un contrato con el sello discográfico Arista Records, con quien publicó su primer álbum de estudio homónimo donde sencillos como You Give Good Love, Saving All My Love For You, How Will I Know y Greatest Love of All lograron las primeras posiciones, al igual que el propio álbum, que vendió más de 25 millones de copias en todo el orbe.
Para 1987 los sencillos I Wanna Dance with Somebody, Didnt We Almost Have It All, So Emotional y Where Do Broken Hearts Go repitieron el éxito en su segundo album Whitney. Pero Houston sigue en la memoria mundial por su debut cinematográfico en 1992 junto a Kevin Costner en la película El Guardaespaldas, cuya banda sonora engalanó con su versión de I Will Always Love You, de la cantante country Dolly Parton, así como I Have Nothing, I’m Every Woman, Run to You y Queen Of The Night, sencillos que llevaron a la cúspide su prestigio musical.
La prometedora carrera de Houston en el séptimo arte continuó en 1995 con Waiting to Exhale (Esperando un respiro) y The Preacher’s Wife (La esposa del Predicador) obteniendo altas recaudaciones en taquilla y el rotundo éxito de sus bandas sonoras con temas como Exhale, Count On Me, I Believe In You and Me y Step By Step. Asimismo a estas películas sucedieron la programas televisivos y películas como su especial de Cenicienta y la trología de las Cheetah Girls de Disney y, entre 1998 y 2009, sus nuevos discos I’m Your Baby Tonight, My Love is your Love, Just Whitney, One Wish: The Holiday Album y I Look to You, su último álbum de estudio, y todos con un esperado entusiasmo y aceptación de sus seguidores.
Y aunque la polémica tocó su puerta al verse expuesta su vida privada en cuestiones como ingresos a clínicas de rehabilitación por su adicción al alcohol y la cocaína, así como rumores de maltrato y separación de su entonces marido Bobby Brown, Houston se mantuvo en el podio de las máximas exponentes musicales de todos los tiempos. Giras mundiales, nuevos conciertos, nueva música, nuevos y avizorados éxitos aguardaban a la cantante.
Sin embargo, el 11 de febrero de 2012 fue encontrada inconsciente en la bañera de su habitación de un hotel de Beverly Hills, Los Ángeles. El inicial desconocimiento de su fallecimiento fue esclarecido posteriormente cuando el documento forense confirmó el hallazgo de restos de droga y utensilios necesarios para su consumo, así como un agujero en su tabique nasal producto del uso crónico de la cocaína. Apenas 48 años tenía La Voz cuando el deceso acogió su alma. Casi cinco décadas de consagración, maestría profesional y fecunda existencia.
Una década después, su partida a la inmortalidad es más que evidente. Versionadas sus canciones, sentidas sus letras, palpable su influencia en el universo musical de nuestros tiempos, el público aguarda con triste esperanza su canto, rebosan cargadas de nostalgia las ovaciones, las pieles erizadas enmudecen ante su omnipresencia y su voz rompe briosa el silencio.

Periodista en Radio Victoria de Girón
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