Un breve y emotivo acto de recordación se realizó este sábado frente al busto del Apóstol, en el parque Eleuterio Paz, con motivo del 150 aniversario del fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina, uno de los peores crímenes de la historia nacional.
La miembro del buró municipal de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), Leydanis Gil Santiago subrayó que este hecho marca a la juventud cubana y universitaria.
En opinión de la dirigente, la juventud en Jagüey Grande es protagonista en los principales escenarios, no solamente en la producción y en lo económico, sino también en todo lo relacionado con recordar hechos como este.
Por su parte, el estudiante de las Ciencias Médicas Jorge Luis Valdés González expresó que «aquí se evidencia que los jóvenes se oponen a todo aquello que tergiverse la realidad, estamos comprometidos con la Revolución y lo hemos podido ver en las calles, en la actuación en el enfrentamiento a la COVID-19».
Participaron en el encuentro de homenaje miembros del buró municipal del Partido y la UJC en el territorio, y representantes del Gobierno, Salud Pública y demás organizaciones políticas y de masas.
El 23 de noviembre de 1871 un grupo de estudiantes de medicina del primer año esperaban a su profesor en el anfiteatro anatómico continuo al Cementerio de Espada, en La Habana.
De acuerdo con investigaciones históricas, los jóvenes se dispersaron por el camposanto, unos dieron vueltas subidos a la carretilla del lugar, otro arrancó una flor y el resto jugó entre sí. Posteriormente, las autoridades españolas los acusaron sin pruebas de profanar la tumba del periodista español Gonzalo Castañón, un acérrimo integrista recientemente fallecido tras un encuentro a tiros con un patriota cubano en Estados Unidos.
Esto ocurre en medio de un contexto histórico tenso debido a las crecientes derrotas del ejército ibérico a manos de los líderes de la guerra de independencia que los combatían desde 1868 en el oriente del país.
En el primer Consejo de Guerra se demostró la inocencia de los jóvenes, sin embargo, debido a la presión del Cuerpo de Voluntarios españoles de La Habana, un segundo juicio decidió sentenciar a los jóvenes como escarmiento.
Para completar la cifra de ocho, tres de los alumnos fueron escogidos al azar, sorteo en que salió un estudiante de 17 años de la ciudad de Matanzas, que no estaba en la capital del país el día de la supuesta profanación. El 27 de noviembre fusilaron a esos alumnos, otro grupo fue condenado a presidio y luego desterrado.
los participantes hicieron una peregrinación desde la emblemática escalinata de la Universidad de La Habana hasta el monumento que recuerda a los alumnos fusilados injustamente en 1871.

Estudió Periodismo, Licenciatura en Comunicación Social en Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos”