Mario Sabines Lorenzo, primer secretario del PCC en la provincia, junto a un grupo de autoridades del partido y el gobierno, recorrieron las ferias agropecuarias de la Catorce Festival y la Plaza del Tenis de la ciudad Matanzas.
El objetivo fue supervisar la labor los inspectores, verificar precios, identificar a quiénes no venden por transferencia ni tienen el código QR en un lugar visible y escuchar las opiniones de la población.

A su paso, los compradores reclamaban la presencia de las autoridades en un punto u otro señalando deficiencias y precios altos. Mario Sabines reconoce que este tipo de intervenciones requieren un enfrentamiento frontal con aquellos que incurren en ilegalidades e indisciplinas.

Las ferias matanceras hacen una convocatoria a que los productores estatales y privados oferten sus productos a la población en un lugar común. Son un espacio que tiene un valor agregado dada la masa de clientes que agrupa.

La dinámica de las mismas todavía es perfectible. Un ejemplo de ello es la necesidad privilegiar en un ubicación y visibilidad a los productores estatales y a los privados que presenten precios accesibles, así como penalizar el acceso a intermediarios y especuladores.

La meta posible, es que la canasta familiar cueste menos en la medida en la que se producen más alimentos, que desaparezca el estigma sobre los pagos digitales y que las normas establecidas se cumplan.

Las ferias yumurinas todavía no son esa vía de escape necesaria para salvar nuestros bolsillos, pero son la alternativa más sólida para lograr bajar los precios y acercar alimentos y productos de primera necesidad a sus consumidores.