El amor por el magisterio corre por sus venas

Lilia Ivette Velázquez Sánchez es una joven maestra jagüeyense a quien el amor por el magisterio le corre por las venas. Proveniente de una familia de educadores, encontró en ellos el referente para dedicar su día a día a la obra de enseñar.

La principal motivación, según precisó Lilia nace de su familia donde varios de sus miembros se han desempeñado en el sector educativo, su madre Licenciada en Informática, un tío que fue maestro por muchos años, una tía bibliotecaria, es decir antecedentes en este ámbito. Además, mientras crecía le motivaron aún más otras cosas, entre ellas el amor a los niños.

Lilia Ivette estudió en la Escuela Provincial de Formadora de Maestros René Fraga Moreno, durante 4 años donde se formó como maestra en Educación Especial.

Cuando era pequeña, lo que me gustaba era la enseñanza de Círculo Infantil, después me sentí atraída por la Educación Primaria y por ello visitaba las escuelas del territorio, hasta que un día llegué a la Escuela Especial del municipio y al ver el trabajo con los niños en ese centro me sentí cautivada, razón por la cual terminé decidiéndome por la educación especial.

Sobre su vida laboral, puntualizó Lilia, que lleva 4 años vinculada al sector, sus inicios fueron en la Escuela Especial Rubén Martínez Villena con un grupo de quinto grado. Luego, hace aproximadamente un año, comenzó a trabajar con un niño ciego y en estos momentos su labor se centra el Sistema Braille.

Este tiempo ha sido muy provechoso, en el sentido que he aprendido muchas cosas, ha sido una etapa de estudio e investigación, de ir más allá de la teoría que te ofrecen durante la carrera, poniendo todo el empeño para sacar adelante a mi estudiante.

La entrevistada compartió momentos significativos que han marcado su quehacer como educadora al mencionar el cariño que recibe de sus estudiantes, quienes a pesar de no impartirles clases actualmente siempre la saludan y se preocupan por ella.

A los jóvenes que se interesen por estudiar esta profesión, Lilia Ivette Velázquez Sánchez transmitió un mensaje primeramente es importante estar preparados todos los días, ser ejemplo y guía para los alumnos, escucharlos. Cuando estudiamos la carrera pasamos cierta cantidad de tiempo en una escuela pero eso no termina ahí sino que empieza en ese momento, cuando nos graduamos, la misión del maestro, que es prepararse continuamente para formar a un grupo de personas.

En la batalla contra la Covid-19 Lilia Ivette, también dio su paso al frente, brindando su ayuda en centros de aislamiento, específicamente en la zona roja, sobre su experiencia nos cuenta que fue difícil pero se sentía útil al colaborar y cumplir con una misión que necesitaba el país en ese momento y lo hizo con el corazón.

La joven educadora Lilia Ivette Velázquez Sánchez constituye, sin dudas, un ejemplo de entrega y amor. Basta escuchar la transparencia de sus palabras cuando se refiere a la labor que realiza, muestra inequívoca que más que una profesión el magisterio corre por sus venas como motor impulsor de una obra que cultiva el conocimiento y prepara para la vida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

− 4 = 2
Powered by MathCaptcha