La amenaza del huracán Ida inquieta a los habitantes del estado de Luisiana, hacia donde el meteoro se dirige, ganando más fuerza y organización en su ascenso por el Golfo de México, tras azotar el occidente de Cuba.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos pronosticó que Ida se convertirá en un sistema extremadamente peligroso de categoría 4, con vientos máximos de 225 kilómetros por hora, antes de que toque tierra el domingo por la noche en la costa estadounidense.
La trayectoria prevista dirige mañana a Ida directamente hacia la ciudad costera de Nueva Orleans, como una macabra coincidencia, pues justo ese día de 2005, el huracán Katrina, con categoría tres, tocó tierra en Luisiana, con vientos de 205 kilómetros por hora y fuertes lluvias que inundaron las comunidades más pobres, dejando una estela de muerte y daños millonarios en la ciudad.
Los fallos de los diques federales provocaron entonces inundaciones catastróficas, pues el agua cubrió el 80 por ciento de Nueva Orleans y muchas casas quedaron anegadas hasta los techos.
Centros de evacuación como el Superdome y el Centro de Convenciones de Nueva Orleans se convirtieron en escenarios de una miseria sofocante, ya que decenas de miles de personas se quedaron sin electricidad ni agua corriente.
Se calcula que el huracán Katrina causó unos mil 800 fallecidos desde la costa central de Luisiana hasta el límite del estado de Mississippi con Alabama, donde una enorme marejada arrasó las costas y borró casas del mapa.
El recuerdo de aquella catástrofe tiene ahora a los residentes y autoridades del Estado de Luisiana y en particular de la ciudad de Nueva Orleans, muy temerosos ante un huracán Ida que podría alcanzar la categoría tres, o incluso la cuatro.
Para el investigador de huracanes en la Universidad de Miami, Brian McNoldy, Ida tiene ciertamente el potencial de ser muy malo, y advirtió que se moverá rápidamente, por lo que el viaje a través del Golfo desde Cuba hasta Luisiana solo tomará un día y medio.
Para cuando llegue mañana a la costa central del Golfo, Ida podría arrojar entre 20 y 40 centímetros de lluvia, e incluso hasta 50 centímetros en áreas aisladas, desde el sureste de Louisiana hasta la costa de Mississippi y Alabama hasta el lunes por la mañana, según las previsiones climáticas.
Los meteorólogos advirtieron de posibles inundaciones repentinas y deslaves, así como marejadas ciclónicas de entre 60 y 120 centímetros por encima de lo normal, junto con olas grandes y destructivas.
La alcaldesa de Nueva Orleans, LaToya Cantrell, ordenó la evacuación obligatoria de todas las personas que viven fuera del sistema de diques que protege el área de las inundaciones.
Aunque No especificó cuántas personas viven allí, Cantrell instó a los habitantes con afecciones médicas y otras necesidades especiales a abandonar los lugares con anticipación.
Sin embargo, debido a la intensificación de la tormenta en tan corto tiempo, la alcaldesa de Nueva Orleans admitió que era imposible decretar la evacuación para toda la ciudad.
Las autoridades advirtieron a los residentes de la urbe que deben prepararse ante la posibilidad de que los cortes de electricidad sean largos y pidieron a los adultos mayores que consideren marcharse.
Entre tanto, la doctora, directora de salud de Nueva Orleans, Jennifer Avengo, anunció que No se desalojarán los hospitales, porque hay poco espacio para pacientes en otros Estados, pues los centros de salud desde Texas a Florida están llenos debido al gran aumento de enfermos de COVID-19.
Entre tanto, el Gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, declaró emergencia en todo el estado e instó a los ciudadanos a refugiarse con prontitud antes de que la tormenta toque tierra.
Las plataformas petroleras de la zona también recibieron órdenes de evacuación temprana después de que el presidente, Joe Biden, emitiera el jueves una declaración federal de emergencia.
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