
‘El deseo persistente de Occidente de remodelar Afganistán de acuerdo con sus propios estándares ha llevado a tristes consecuencias: enemistad interna y derramamiento de sangre, polarización de la sociedad, colapso socioeconómico, catástrofe humanitaria’, indicó.
Para el representante de Moscú, tal situación contribuyó al auge de la presencia de grupos terroristas internacionales en ese país islámico, a un aumento sin precedentes en la producción de drogas y a la corrupción.
Alertó que los terroristas en territorio afgano, haciéndose pasar por refugiados, están intentando infiltrarse en países vecinos, amenaza que debe ser contrarrestada, dijo.
En su opinión, ese peligro solo puede ser enfrentado mediante la creación de condiciones de vida normales en el propio país, lo cual se convertirá en una condición previa importante para el regreso gradual de los afganos a su tierra natal.
‘¿A quién le importa en Estados Unidos o en otras capitales occidentales? Afganistán, a miles de kilómetros de distancia, siempre ha sido un instrumento conveniente de ellos para resolver desafíos geopolíticos mezquinos’, subrayó.
Lavrov señaló que como resultado de esa política de dos décadas de Washington y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en este momento Afganistán tiene que empezar de cero, construir desde las ruinas, ‘en sentido literal y figurado’.
En nombre de su país, el jefe de la diplomacia rusa pidió a los participantes en la reunión que no permitan la presencia militar de las fuerzas de Estados Unidos y de la OTAN que planean trasladarse hacia los territorios de sus respectivas naciones.
Informó además que Moscú prevé el envío próximo hacía esa nación de un cargamento de ayuda humanitaria, que incluye alimentos, suministros médicos y otros bienes esenciales.

Prensa Latina tiene el propósito de ofrecer al mundo una visión de la realidad de Cuba y Latinoamérica diferente de la que ofrecen los grandes monopolios mediáticos.