Durante los días de abril de 1961, Eulalio Marino Gerardo Fernández, era uno de esos jóvenes que abrazaban las transformaciones de la naciente Revolución Cubana.
Cuando se produce la agresión mercenaria a Playa Girón era miembro del batallón 219 de Colón y no olvida que muy temprano sobre las tres de la madrugada los oficiales dieron la voz de alarma indicando formar en el patio de una casona grande donde radicaban los miembros de aquella fuerza y recoger todas las armas y pertenencias que poseíamos para con posterioridad trasladarnos en camiones por el circuito sur hacia la Comandancia en el Central Australia.
Nos relata este combatiente la sorpresa que recibieron cuando al dirigirse hacia Playa Larga muy próximos al kilómetro ocho fueron sobrevolados por un avión con bandera e insignia de las FAR que muy pronto comenzó a disparar y en cuya acción cayeron varios compañeros entre los que se encontraban: Roberto Senarega, Julio Armenteros y un camagüeyano que trabajaba en la granja Villena por esa época.
El combatiente relata cómo bajo las órdenes de un comandante integró el grupo que capturo a 25 mercenarios paracaidistas que estaban hundidos en el lugar conocido como el Sinú en la Ciénaga de Zapata.
Tras la feliz victoria del 19 de abril de 1961 en Girón Eulalio se desempeña durante 21 años en varios puestos de trabajo en la gastronomía de Jagüey Grande y se siente muy feliz y motivado con la delegación de base de la Asociación de Combatientes a la que pertenece que es muy dinámica y desde ahí continúa aportando su granito de arena participando en encuentros con niños y jóvenes en las escuelas, coloquios sobre historia pues a un con sus 83 años le gusta aprender.
