Una dosis de optimismo para Cuba y la región llegó con las noticias: científicos cubanos anunciaron que su candidata a vacuna contra el COVID-19, Abdala, tenía una eficacia de 92,28% después de aplicar tres dosis. Apenas días antes, se había informado que otra vacuna cubana, Soberana 02, arrojó una eficacia de 62% después de dos inyecciones, y que todavía se esperaban los resultados de una tercera inoculación.
Así la esperanza se adentraba en los hogares cubanos, ante un 2021 letal para la isla y la presencia de una nueva cepa mucho más virulenta y contagiosa.
El pasado 29 de julio inició la vacunación masiva con Abdala en el municipio de Jagüey Grande, suceso que llenó de alegría y optimismo a todos los pobladores de este sureño municipio, y que no duda de los resultados, debido a la trayectoria de la medicina cubana. Así lo expresan los jagüeyenses.
“Esa victoria sólo es comparable al tamaño de nuestros sacrificios. Y es una clarinada de los pobres de la tierra, un aviso del poder que dan la resistencia, la unidad, la consagración y el amor a la #Patria que tan hermosamente describen los versos martianos en Abdala”, afirmó el mandatario cubano Díaz-Canel en su cuenta de Twitter. Un ejemplo del orgullo con el que trata a su industria farmacéutica un país que vive desde 1962 bajo el embargo comercial de Estados Unidos.

Estudió Periodismo, Licenciatura en Comunicación Social en Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos”